Sextorsión

Se trata de un chantaje basado en amenazar hacer público material fotográfico o de vídeo íntimo o sexual. Se puede pedir a cambio dinero, contenido íntimo, actos sexuales contra su voluntad. Dominemos la Tecnología afirma que los “chantajistas buscan castigar o controlar a la mujer mediante la censura y/o vergüenza que nuestras sociedades patriarcales hacen recaer sobre las mujeres y sus cuerpos desnudos”. Se dan muchos casos de sextorsión en las parejas para que la mujer no termine una relación. A veces la amenaza puede no ser únicamente la publicación de los contenidos, sino enviárselos a familiares, compañeros de trabajo, amigas etc. 

Acciones e iniciativas de autodefensa

  • Dominemos la Tecnología: dependiendo de quién sea el agresor recomiendan “cubrir la webcam con cinta”, y “cambiar todas tus contraseñas por códigos alfanuméricos sólidos y únicos, si se cree que han sido crackeadas”. 
  • Safer Nudes/Manda Nuces (Disponible en Ingles y en Portuges): es la “guía sensual de seguridad digital” de la colectiva Coding Rights (s.f). En este fanzine se comentan buenas practicas para compartir imágenes desnudas y se muestra porque las selfies y otras formas de auto-representación pueden ser gestos políticos de empoderamiento feminista y LGTIQ.

Difusión no autorizada de imágenes intimas (conocida como “pornografía no consentida”)

Se entiende como la “divulgación de material gráfico y audiovisual de tono erótico o explícitamente sexual sin consentimiento y sin propósito legítimo (a menudo con la intención de humillar, intimidar o extorsionar a la víctima)” (Peña y Vera, 2017). Pueden haber sido obtenidos por medio del sexting, grabados con el consentimiento de las partes para mantenerse en sus dispositivos, o haber sido grabados o registrados sin que la mujer se diera cuenta. La “pornografía no consentida” es un concepto que se distingue de lo que mucha gente llama “pornografía de venganza” (revenge porn) (Eikren y Ingram-Waters, 2016).

Esta plantea que el “acto de revelar una imagen privada y sexualmente explícita a un tercero podría describirse como pornográfico, en tanto transforma una imagen privada en el entretenimiento sexual público”. No obstante no tiene en cuenta la intención de la víctima que de ninguna manera ha creado estas imágenes con esa finalidad pública. Además otro argumento en contra del término “porno venganza” es que este sigue culpando a la víctima en vez de poner la responsabilidad de estos ataques en el agresor que ha violado la privacidad, la intimidad y los acuerdos pactados. El concepto de venganza justifica un pensamiento en el cual la difusión sin consentimiento se acepta socialmente al ser una respuesta de revancha o venganza hacia una acción ejercida por la mujer. El amor romántico, los celos y los chicos siempre serán chicos son algunos de los argumentos que dan pie a que se justifiquen estos ataques.

La difusión de este tipo de contenidos puede llevarse a cabo con la finalidad de desacreditar, así como de mostrar el poder que tienen los agresores sobre ellas. A veces la publicación de los contenidos viene acompañada de datos personales lo que puede generar también acoso por parte de quienes han tenido acceso a estos contenidos, buscando, por ejemplo, contactar a la mujer que ha sido expuesta. En otros casos el agresor crea perfiles en sitios pornográficos donde publica las fotografías o vídeos, haciéndolas públicas a través de grupos en redes sociales, en servicios de mensajería instantánea o en sitios web o foros. Para muchas personas agredidas es difícil poder hablar y compartir su situación en sus entornos más cercanos, como sus familias y amigos. En varios países, personas víctimas de pornografía no consentida, así como organizaciones de mujeres y ciberfeministas han ejercido presión hacia las instituciones públicas para cambiar los marcos legislativos y tipificar este tipo de ataque. También se ejerce  presión hacia las empresas y plataformas en internet para que mejoren sus términos de uso y sus actuaciones respecto a estos contenidos (Peña y Vera, 2017).

Acciones e iniciativas de autodefensa

  • Acoso online: esta iniciativa, que tiene como base el contexto latinoamericano, se constituye como un espacio de referencia con recursos, análisis y recomendaciones practicas para hacer frente a este tipo de violencia.
  • Dominemos la Tecnología:  recomienda, por ejemplo, diversificar los idiomas para reportar y denunciar contenidos en internet ya que muchas empresas siguen privilegiando el inglés y sólo usan ese idioma para entablar una comunicación más profundizada y cuando piden datos para tumbar esos contenidos. También piden que se puedan marcar los contenidos protagonizados por menores de edad para facilitar su borrado más rápidamente.

Packs

Se denomina “pack” a un paquete de fotografías o vídeos sexuales o eróticos de una mujer. Se trata también de la dinámica de incitar a hombres a que “consigan” el “pack” de alguna mujer o que compartan los contenidos íntimos de los cuales disponen con un grupo más amplio de hombres. La frase “pasa el pack” puede encontrarse en  foros, páginas de Facebook, grupos de chat, e incluso en memes. También se pueden encontrar foros donde se dan consejos sobre los tipos de engaños bajo los cuales se pueden obtener los contenidos íntimos de las mujeres. 

Como en el caso de la pornografía no consentida estas fotografías o vídeos en ocasiones son tomadas con el consentimiento de la mujer para su registro pero no para su difusión abierta. Estas se pasan en plataformas como VivaAnuncios, Megaupload, Media fire, Google Play Store así como en páginas de Facebook que promocionan “los packs” o que sextorsionan a las mujeres bajo amenaza de difundir las imágenes. Este tipo de difusión de contenidos sin consentimiento ha sufrido un  grave aumento en México donde la mayoría de los casos son de mujeres en edad escolar en secundaria, preparatoria, o universitaria (Morones, 2017). 

Ciberacoso infantil (Grooming)

Hablamos de grooming cuando una persona mayor de edad establece contacto a través de medios digitales con una niña, niño o adolescente con el objetivo de crear una relación de confianza que sirva de preámbulo para un abuso sexual, explotación sexual o tráfico de personas. UNICEF lo define como “la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño o niña mediante el uso de Internet.”(UNICEF Argentina, 2014).

El atacante, en la mayoría de los casos, finge ser también menor de edad (Gray, 2010). Al presentarse como un par, se muestra como entendedor de las problemáticas y necesidades de lxs niñxs, adolescentes o jóvenes con las que se comunica, incluso puede manipularlas para hacerles creer que es la única persona que las quiere y las entiende. De esta manera les resulta más fácil concretar un encuentro presencial o presionar para participar en actividades sexuales en línea. Al crear un perfil falso y enviar solicitudes de amistad a menores de edad, entra dentro de un círculo de contactos y tiene acceso a más información para manipular sus percepciones y sentimientos. El abusador también puede entrar en una dinámica de extorsión una vez haya logrado su propósito; para mantener el control sobre su víctima puede amenazar con hacer público el abuso creando una narrativa en la que la niña, niño o adolescente se sienta culpable del abuso.

Acciones e iniciativas de autodefensa

Para prevenir el grooming se recomiendan acciones colectivas, que involucren a la familia y la estructura educativa, promoviendo ideas y practicas básicas de privacidad y seguridad digital a través de toda la institución escolar así como en los espacios de trabajo y la sociedad civil. En vez de pensar en acciones de censura y aislamiento se tienen que brindar herramientas y saberes que permitan la identificación de estas posibles amenazas así como un uso informado, crítico y ciudadano de las tecnologías. Para contrarrestar el grooming, se recomienda establecer canales de información y acuerdos compartidos entre los adultos y los menores, hablar de las prácticas y dudas respectivas y de cómo establecer mecanismos de vigilancia y seguridad que no sean  invasivos y se muestren respetuosos con los espacios de ambas partes. Por otra parte se recomienda investigar con atención nuevos contactos o amistades en las redes sociales, así como comprobar que nuestras “amistades” son personas reales a través de una revisión de sus publicaciones y fotografías. 

Reclutamiento

ONU Mujeres (2015) describe esta práctica como el “uso de las tecnologías para atraer víctimas potenciales a situaciones violentas”. Las redes de trata, el crimen organizado y  organizaciones terroristas han incursionado en la internet para captar niñas, adolescentes y mujeres a través de engaños y promesas falsas. Estas organizaciones crean perfiles en foros, salas de chat y redes sociales donde se presentan como empleadores potenciales, amistades comprensivas o como hombres solitarios buscando pareja. Una vez establecida la comunicación, pueden secuestrarles,forzarles en contra de su voluntad o convencerles, a través del engaño y la manipulación, para que entren a una situación de violencia y abuso.

Los abusadores pueden aprovecharse del condicionamiento de género del amor romántico. Al establecer lazos de afecto, “amor” y dependencia emocional pueden “presionar y persuadir a las mujeres” (Patrick, 2014) a aceptar situaciones de prostitución, transporte de sustancias ilegales o auto-inmolación. Por ejemplo, en Latinoamérica es bastante común que redes de reclutamiento internacionales publiquen anuncios en sitios de búsqueda de empleo dirigidos a mujeres entre los 18 y 35 años ofreciendo trabajo como niñera o mucama para familias en España u otros países con mayor desarrollo económico. Sigue siendo un reto compilar cifras sobre el funcionamiento de estas redes ya que el riesgo y estigma social derivado de la denuncia pública hace que muchas prefieran callar. Por otra parte muchas legislaciones en contra de estas redes criminales no contemplan la posibilidad de que las mujeres sean manipuladas para salir de sus países de manera voluntaria, lo que invisibiliza este crimen.

Acciones e iniciativas de autodefensa

En el artículo “Relación entre redes sociales y la trata” de Sheila Aarvik (2013), publicado en GenderIT.org explica que en el reclutamiento “convergen fatalmente, por un lado, una de las mejores herramientas de la comunicación y por otro la peor pesadilla de la humanidad: la esclavitud moderna”.