En esta investigación las autoras, Florencia Goldsman y Graciela Natansohn, realizan un recorrido para ensañarnos cómo la violencia contra las mujeres (VCM) en entornos digitales, no solo se trata de la misma violencia histórica y patriarcal que está traducida a nuevos formatos y espacios, sino también como está se vincula a conceptos como vigilancia masiva, privacidad y derecho a la intimidad en internet. Observan que el cuerpo de las mujeres es violentado y datificado desde el supuesto del control para la seguridad ciudadana. Por esto, ellas sostienen que la VCM en ambientes digitales no justifica la vigilancia masiva, por parte de las empresas o el estado, ni el control extendido sobre los cuerpos y los contenidos en internet.
¿Por qué nos gusta?
Nos gusta porque desmitifica la vigilancia masiva y el control sobre los cuerpos de las mujeres como forma de prevenir la violencia contra las mujeres en ambientes digitaes. Además hace una análisis crítico de cómo las políticas públicas actuales no están favoreciendo nuestra situación actual, y más bien recalcan la importancia de la privacidad y anonimato.